15 nov 2009

(12xsevenen)

Y poco a poco, fue llenando el huequito vacío del que ni siquiera conocía la existencia.
Fue metiéndose poco a poco... los pies, las manos, la cabeza... hasta que el huequito fue adoptando su forma, y se hizo más grande.
Y ahora sabe que existe una parte que lleva su nombre, su olor, sus ojos, su pelo, sus abrazos... y que aunque antes no fuera consciente de la existencia de ese huequito, si se fuera, el vacío lo llenaría todo.
Y entonces fue consciente de que ya no sabría volver a vivir con ese hueco, que ya no quería volver a tenerlo, y que no querría tener que volver a llenarlo.
Se dio cuenta entonces de que el único huequito que quería era uno a su lado, donde poderse tumbar o sentar, para poder apoyarse en él. Y que todo lo demás no tenía sentido, que él era sus pies para andar, sus ojos para ver, sus manos para tocar, sus oídos para oír, y su lengua para saborear. Que el huequito que había llenado era ahora su todo.