22 jul 2009

de insectos

¿Qué hacer cuando, a punto de meterte en la cama, a las 11 de la noche, descubres que tienes una avispa de unos 3 ó 4 centímetros en tu habitación? (Y os prometo que no exagero, hasta he hecho una foto).

Solución 1: Te armas de valor y abres la ventana.
Inconveniente: Con la tormenta que hay fuera, la avispa no se mueve del cuarto.

Solución 2: Puedes intentar matarla con una zapatilla.
Inconveniente: Si no aciertas es peor el remedio que la enfermedad... y si aciertas, el manchurrón que va a dejar puede ser gracioso.

Solución 3: La aspiras con la aspiradora.
Inconveniente: Las avispas viven entre 2 y 3 semanas, y el aspirador hay que utilizarlo.

Yo he optado por la solución 3. Y efectivamente, la avispa sigue viva. No solamente sigue viva, si no que la escucho en el tubo. ¡En el tubo! Que no dentro de la bolsa, junto al resto de polvo y demás... Menos mal que hemos puesto celo en la boca del tubo, y al menos de momento de ahí no se mueve. ¡Oh! Y he echado Oust, porque no tengo insecticida... Mi padre me ha dicho que a lo mejor tiene una sustancia extraña y la hace engordar. Nadie me toma en serio...
Eso sí, mañana me toca (tapada todo lo que pueda y con gafas y pañuelo), una de dos, o quitar el celo con la aspiradora por la ventana para que salga o quitarlo un poco y echar litros de insecticida.
El problema es que como salga no me pica, me come...
o me apuñala, vete a saber...

19 jul 2009

de los últimos días

En general, soy más de invierno que de verano. Digamos que soporto mejor el frío y la lluvia que el calor. Y todos los años intento pasar parte de julio fuera de Madrid, para no tener que aguantar el calor allí.
Sin duda, este verano, lo he conseguido, y no voy a pisar Madrid más que unas horas en julio. Bueno, y unos pocos días en agosto.
Pero este año ha sido completamente diferente a todos los demás. No sólo a los anteriores, si no probablemente también a los próximos veranos. Y no hablo solamente del clima alemán. Evidentemente, hablo de todo lo que conlleva haber pasado los últimos 10 meses viviendo en Alemania. Pero la Erasmus va llegando a su fin, la gente empieza poco a poco a marcharse... Y en un par de semanas, nos habremos vuelto casi todos a nuestros respectivos países.
El sentimiento es compartido, a todos nos parece mentira que el tiempo haya pasado tan deprisa, y que ahora nos toque recoger, meter todo el año en la maleta y volver a casa. Yo recuerdo los primeros días, cuando empezaba a conocer a la gente, las dificultades con el lenguaje (que no quiere decir que ya no las tenga, evidentemente... pero al menos ahora puedo medianamente mantener una conversación en alemán), recuerdo también el sentimiento de pseudoindependencia, vivir sola...
Y ahora queda la parte, en mi opinión, más difícil. Mucho más que entenderte en otro idioma, que vivir solo o convivir con personas de otro país y otra cultura. Ahora queda recoger. Decir adiós... sabiendo que no en todos los casos será el Hasta luego al que nos gusta aferrarnos en las despedidas. Ahora queda cerrar el capítulo Erasmus, el papeleo y las maletas. Y el adiós. Y la vuelta a la vida real. Y meter todas las cosas que he amontonado a lo largo de este año en la maleta.
Pero, ¿cómo meto todos los recuerdos, sin dejarme ninguno?

18 jul 2009

de vodka

Y entonces llegó el finés con su botella de vodka.
¡Manos arriba! ¡Tira la pistola!
Y quien dice uno, dice dos o tres...
Shame on you!
Shame on me? I didn't force you to drink!
You did! Well, only the first time... the other two were on me... but shame on you, anyway!

O cuatro o cinco...
If I drink, you drink.
But I don't want to... But if you drink, I'm going to drink anyway... and I don't want to! I don't like vodka!
But you're going to drink. That's the point



Minä olen kännissä


Gran Sommerfest de Europahaus...

(aunque sigo sin entender a la gente)

14 jul 2009

Non tutto quel che brucia si consuma