22 jul 2009

de insectos

¿Qué hacer cuando, a punto de meterte en la cama, a las 11 de la noche, descubres que tienes una avispa de unos 3 ó 4 centímetros en tu habitación? (Y os prometo que no exagero, hasta he hecho una foto).

Solución 1: Te armas de valor y abres la ventana.
Inconveniente: Con la tormenta que hay fuera, la avispa no se mueve del cuarto.

Solución 2: Puedes intentar matarla con una zapatilla.
Inconveniente: Si no aciertas es peor el remedio que la enfermedad... y si aciertas, el manchurrón que va a dejar puede ser gracioso.

Solución 3: La aspiras con la aspiradora.
Inconveniente: Las avispas viven entre 2 y 3 semanas, y el aspirador hay que utilizarlo.

Yo he optado por la solución 3. Y efectivamente, la avispa sigue viva. No solamente sigue viva, si no que la escucho en el tubo. ¡En el tubo! Que no dentro de la bolsa, junto al resto de polvo y demás... Menos mal que hemos puesto celo en la boca del tubo, y al menos de momento de ahí no se mueve. ¡Oh! Y he echado Oust, porque no tengo insecticida... Mi padre me ha dicho que a lo mejor tiene una sustancia extraña y la hace engordar. Nadie me toma en serio...
Eso sí, mañana me toca (tapada todo lo que pueda y con gafas y pañuelo), una de dos, o quitar el celo con la aspiradora por la ventana para que salga o quitarlo un poco y echar litros de insecticida.
El problema es que como salga no me pica, me come...
o me apuñala, vete a saber...

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