19 jul 2009

de los últimos días

En general, soy más de invierno que de verano. Digamos que soporto mejor el frío y la lluvia que el calor. Y todos los años intento pasar parte de julio fuera de Madrid, para no tener que aguantar el calor allí.
Sin duda, este verano, lo he conseguido, y no voy a pisar Madrid más que unas horas en julio. Bueno, y unos pocos días en agosto.
Pero este año ha sido completamente diferente a todos los demás. No sólo a los anteriores, si no probablemente también a los próximos veranos. Y no hablo solamente del clima alemán. Evidentemente, hablo de todo lo que conlleva haber pasado los últimos 10 meses viviendo en Alemania. Pero la Erasmus va llegando a su fin, la gente empieza poco a poco a marcharse... Y en un par de semanas, nos habremos vuelto casi todos a nuestros respectivos países.
El sentimiento es compartido, a todos nos parece mentira que el tiempo haya pasado tan deprisa, y que ahora nos toque recoger, meter todo el año en la maleta y volver a casa. Yo recuerdo los primeros días, cuando empezaba a conocer a la gente, las dificultades con el lenguaje (que no quiere decir que ya no las tenga, evidentemente... pero al menos ahora puedo medianamente mantener una conversación en alemán), recuerdo también el sentimiento de pseudoindependencia, vivir sola...
Y ahora queda la parte, en mi opinión, más difícil. Mucho más que entenderte en otro idioma, que vivir solo o convivir con personas de otro país y otra cultura. Ahora queda recoger. Decir adiós... sabiendo que no en todos los casos será el Hasta luego al que nos gusta aferrarnos en las despedidas. Ahora queda cerrar el capítulo Erasmus, el papeleo y las maletas. Y el adiós. Y la vuelta a la vida real. Y meter todas las cosas que he amontonado a lo largo de este año en la maleta.
Pero, ¿cómo meto todos los recuerdos, sin dejarme ninguno?

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