23 may 2011

De Política.

Creo que uno de los motivos fundamentales por los que me llamó mucho la atención el ya conocido como movimiento 15M es porque yo nunca me he sentido representada por ninguna de las fuerzas políticas mayoritarias. O, para ser más justos, nunca me he sentido representada por completo... Y desde luego, no tanto como para votar sin más a uno de los dos.
Y bueno, antes de seguir leyendo, sobre todo si eres una persona que no me conoce demasiado, te diré que soy muy dada en estas cosas a exagerar y extrapolar las cosas. Así que de lo que escribo, quédate con la idea básica, no la concreta que está escrita. No escribo esto con ganas de ofender a nadie, si no simplemente con ganas de desahogarme.

La gestión económica socialista no me gusta. Me parecen muy bonitas sus promesas, pero a la hora de la verdad, poco viables. Y, si bien me parece necesario tener un sector público (medicina, educación etc.), me parece también necesario tener un sector privado que genere beneficios. Y un poco más allá, me parece importante que el ciudadano pueda decidir. Si una persona quiere que su hijo vaya a un colegio privado, me parece tan respetable como el que quiere que su hijo vaya a un colegio público. Y lo mismo con el que quiere ir a la consulta privada de un médico, y no a la pública. Como todo, cada cosa tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Por otra parte, no estoy de acuerdo con el aspecto más social del partido de derechas. O, igualmente para ser justos, no con todos sus aspectos. Y aquí no me voy a explayar, para no acabar hablando de los aspectos punto por punto.
Y, para rizar el rizo, no me gusta toda la política económica de los partidos de derechas, ni toda la política social de los partidos de izquierdas.

El problema está claro. Yo no soy de izquierdas en muchos aspectos, así como no soy de derechas en muchos otros. Y los aspectos que me gustan de la izquierda, son con matices, y los aspectos que me gustan de la derecha, son con matices ¿Y dónde está el partido que recoge lo que yo pienso? ¿Por qué voy a tener que "tirar" mi voto, votando en blanco o nulo, o votar a un partido que no me gusta?.

¿Qué me ha llevado a escribir esto? Si bien la gente que está en Sol sigue diciendo eso de "No me representan". La mayoría de comentarios que he visto me han llevado a pensar que mucha gente ha apoyado el movimiento no como "no les votes" si no como "no votes a la derecha". Evidentemente, la gente de izquierdas está decepcionada con los resultados. ¿Y yo? Yo estoy decepcionada porque, pese al gran movimiento de gente, la abstención, los votos en blanco y los nulos han sido muchísimos, y leí en alguna parte que incluso mucho más que en otras ocasiones. Eso me ha decepcionado mucho. El número de votos válidos está en torno al 66%. Poco más de la mitad de la población ha votado. Y por supuesto, la Ley Electoral de nuestro país, que deja fuera a muchos partidos que han obtenido más de un millar de votos, y sin embargo, se quedan fuera por no llegar al 3%. ¿Esas mil personas no tienen derecho a ser representadas?.

En algunos países de la Unión Europea, votar no es un derecho, si no una obligación. Y, sinceramente, estoy de acuerdo con eso. Y ahí entendería que hubiera votos en blanco y nulos, por supuesto. Pero si es una democracia, con sus muchos defectos, ¿no debería participar todo el pueblo?. ¿Qué sentido tiene no estar de acuerdo con algo, si cuando puedes cambiarlo, no lo haces?.

En fin, que sigo de acuerdo con el "No nos representan". Que no entiendo cómo han salido tantas mayorías absolutas pese al esfuerzo de Sol. No me gustan las mayorías absolutas, ni siquiera representan por completo a muchos, seguro, de los que han votado a ese partido. Que no me gusta que alguien pueda olvidarse de que el movimiento es apolítico. Ha salido lo que ha salido, independientemente a lo que muchos hemos o habríamos votado. Que hay que seguir luchando por llegar a un sistema electoral más justo, y una democracia que nos represente a todos. Pero no es contra el partido ganador contra el que hay que luchar. Hay que luchar porque nos escuche, y podamos cambiar lo que no nos gusta.