De mala educación

No sé en qué parte de qué Constitución de qué país está escrito que en Navidad todos tenemos que ser felices y querernos mucho y blah blah blah...

Es absurdo, la gente que no me cae bien durante 11 meses y unas 2 semanas no me va a caer bien ahora porque sí.
De hecho, no lo hacen.

Y es que hoy, todavía, alucino con la falta de respeto y la mala educación de determinadas personas. Aunque a veces me molesta más la falta de personalidad (y de dignidad, pero ese es tema a parte)... Vamos, que lo que está pasando me parece vergonzoso.
Que personas que pasan los veinte, compañeros desde hace varios años de un círculo en el que damos por sentado que la gente tiene un par de dedos de frente y algo de educación, sean capaces de hacerle el vacío a una persona por un error cometido hace varios años (y hacia una persona, ni siquiera hacia todos) me parece asqueroso... Pero es que, que se le haga lo mismo a una persona que nunca se ha metido en los líos del grupo y que siempre ha estado pendiente de todos para dar su opinión más objetiva... eso ya me parece repugnante.

Que la culpa de esta situación la tenemos todos, por desinterés...
Pero también es cierto que intenté acercarme hace tiempo.
No pretendo, ni mucho menos, volver a ser amigos.
Pero me habría gustado tener una relación cordial y educada.
Claro, que si todos tenemos ya un equilibrio... pues no voy a ser quién para romperlo.
Vamos, que vuestras vidas me importan una mierda. Pero al menos he sido educada.
Y por mí, os podéis meter el equilibrio por donde más os apetezca.

De todo un año

Hace un rato me he puesto a hacer el resumen de este año que, poco a poco, va llegando a su fin... Y soy incapaz de decir si el balance ha sido positivo o negativo...
Mi vida a cambiado tantísimo en tres días en concreto... pero el primero de esos días fue lo suficientemente duro como para deslucir los otros dos... y muchos de los días entre ellos... Pero no es justo decir que el balance es negativo... no es justo porque ha habido gente a mi lado todo este tiempo que me ha dado su apoyo incondicional. Que me ha dado la mano y me ha abrazado cuando peor he estado. Y porque gracias a una persona he vuelto a ser feliz.
Y es que, insisto, ha sido un año lleno de buenos momentos... muchos viajes, muchas risas... pero aquel cuatro de mayo... aquel día ha hecho que cambie todo de por vida. Qué queréis que os diga. La sigo echando de menos. Y creo que lo seguiré haciendo siempre.
Mirando hacia atrás, parece mentira que haya vuelto a pasar un año más... Hace un año, por estas fechas, no sabía muy bien hacia dónde iba mi vida. Todo seguía como siempre... Mis historias, mis lios, las clases... Y bueno, no es que ahora sí que sepa a dónde va... pero parece que todo empieza a tener más color, más forma.

Parece que empiezo a ser adulta, con todas las consecuencias.

De cosas que no quieres oir

A veces la gente habla demasiado, y escuchamos cosas que no queremos escuchar.

Nos dicen cosas que no queremos oir.

Y todavía no entiendo el por qué.

No entiendo a qué vienen ciertos comentarios.
Mucho menos que no pretendan hacer daño.
¿Cómo no lo van a hacer?

En el fondo, en una historia de dos, sobran los demás.