29 abr 2009

del coste de oportunidad

En economía, el coste de oportunidad o coste alternativo designa el coste de la inversión de los recursos disponibles, en una oportunidad económica, a costa de las inversiones alternativas disponibles, o también el valor de la mejor opción no realizada. El término fue acuñado por Friedrich von Wieser en su Theorie der gesellschaftlichen Wirtschaft (Teoría de la Economía Social -1914-).

Se refiere a aquello de lo que un agente se priva o renuncia cuando hace una elección o toma de una decisión

(Fuente: Wikipedia)

Se dice que No se puede tener todo en esta vida. Y está claro que no. Aunque depende del concepto que tengamos de todo. Digamos que ese todo puede tener diferentes valores. Me refiero:

evidentemente, si nos preguntan cómo es nuestra vida ideal, la mayoría nos vamos a imaginar una vida medianamente lujosa... un buen coche, un buen trabajo, un buen sueldo, mucho tiempo libre, una casa grande y bonita, una pareja que nos quiera... Lo típico, algo así como el American Dream; una vida fácil, sin demasiados problemas. Parece algo medianamente lógico que tu ideal sea lo más parecido a la perfección.

Pero como la perfección también es algo subjetivo, nos encontramos con que para alguna persona, tenerlo todo puede ser simplemente tener un cochecito, un trabajo que le permita llegar a fin de mes, suficiente tiempo libre, una casa cómoda y coqueta y una pareja con la que estar a gusto.

El problema es que ese American Dream que nos han venido no viene en plan completo para la mayoría de las personas. Y aquí viene parte del coste de oportunidad. Para tener un buen sueldo tienes que renunciar a tener mucho tiempo libre. Para tener una buena casa, al buen coche... y etcétera.

Cuando se trata de relaciones personales... el coste de oportunidad muchas veces está presente, de un modo u otro. Pero hay gente que no se da cuenta de eso. Y es que tienes que renunciar a ciertas cosas en favor de otras. A veces, tienes que renunciar a estudiar por estar con un amigo que se encuentra mal. A veces tienes que renunciar a irte de fiesta en favor de estudiar.

Se trata, sencillamente, del coste de oportunidad. Y por desgracia, la mayor parte de las veces, para conseguir algo tenemos que renunciar a otra cosa. Lo difícil a veces está en saber a qué renunciar.

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