10 ene 2009

De aventuras aéreas (o crónica de la vuelta a Alemania)

Y es que parece mentira que todavía no nos hayan expulsado de la Unión Europea... por cafres, por cutres y por inútiles.
Ayer nevaba en Madrid. Nevaba bastante, todo sea dicho... pero no creo que nadie pensara que nevaba tanto como para que se organizara el caos que se organizó.
A las 16.00 tenía que coger un vuelo en Barajas, en la T4 a Düsseldorf. Eran las 13.00 y yo estaba terminando de comer. Mi madre hablaba por teléfono con mi padre, que no podía salir del parking de la empresa, y no sabía si iba a llegar a tiempo. Poco después, volvió a llamar, que se rumoreaba que el aeropuerto estaba cerrado... llamamos a AENA, pero nos saltó una de esas maquinitas infernales, que decía que el vuelo saldría a las 16.00... En cualquier caso, habiendo vuelos o no, teníamos que ir al aeropuerto... para cambiar el vuelo, cancelarlo... o lo que fuera.
Una vez en el aeropuerto, nos encontramos una estampa que no hacía prever nada bueno. Todos los mostradores de facturación de la terminal cerrados, y unas colas larguísimas en las oficinas de Atención al Cliente de Iberia. Por si acaso, nos pusimos a la cola de los mostradores de facturación.
Una de las amigas con las que volaba, me llamó, estaba haciendo cola en Atención al Cliente para ver qué pasaba, así que fui con ella. Justo acababa de llegar mi otra amiga. Tras esperar un buen rato, nos atienden. Que no tienen ni idea, que de momento no aterrizan ni despegan los aviones, que lo que nos recomienda es que esperemos. Claro... ante eso, ¿qué haces? sin abren las pistas y el vuelo sale y nosotras nos hemos ido a casa, perdemos el vuelo, el dinero y el derecho a reclamar... Pues nada, vuelvo a la cola de facturación, que apenas se mueve hasta las 4 de la tarde, cuando parece que empieza a haber algo de movimiento, y se empieza a facturar. Dos horas más tarde es nuestro turno, pero nuestro vuelo no ha salido en las pantallas... Dejamos pasar a un par de personas, para hacer tiempo, pero nos acercamos a preguntar, por si acaso. La azafata nos dice que nuestro vuelo está embarcando, que salgamos corriendo...y que nuestras maletas no van a llegar, que llegarán en el siguiente vuelo. Y por si fuera poco, nuestro vuelo sale de la puerta M39... o sea, de la terminal satélite de la T4... (que se comunica por un tren subterráneo...)
Salimos corriendo las 3, casi no me despido de mi familia... Llegamos al control de seguridad... agobiadísimas, claro... y ahora, a quitarse el reloj, el cinturón, a sacar el portatil y el disco duro del maletín, dejar el abrigo y la sudadera... En fin. Pasamos el control, y corriendo por el aeropuerto al tren... Y del tren a la puerta de embarque. A las 6.30 estamos sentadas en el avión, sin aliento... Y con otras 20 personas en el avión. Los azafatos, encantadores, nos traen un vaso de agua, y nos dicen que ellos también han ido a la carrera, que ese vuelo iba a ir a Barcelona, y que les han avisado del cambio corriendo, que no sabían casi nada de lo que estaba pasando en la terminal... que el vuelo saldrá en una media hora. Nos acomodamos en los asientos, recuperamos un poco... y esperamos. Una de las azafatas nos cuenta que en la bodega están los equipajes del vuelo a Barcelona, que tendrán que sacarlos todavía... y con suerte meter los nuestros... un rato más tarde, así es, sacan el equipaje y meten otros contenedores.
Hacia las 8.00 de la tarde nos habla el comandante y nos pide disculpas. Nos dice que estamos 15º en la cola para deshelar, y que entonces despegaremos... que calcula que será algo más de una hora... pero que entonces aterrizaríamos en Düsseldorf a las 23.45, y el aeropuerto cierra a las 23.30... por lo que, de no poder adelantar el procedimiento, tendremos que aterrizar en el aeropuerto de Colonia... que Iberia nos pondrá un autobús para llegar al aeropuerto de Düsseldorf. Yo calculo, la azafata ha dicho que son unos 10minutos lo que se tarda en deshelar, por 15 aviones... 150minutos, o sea, dos horas y media. Justo, a las 10.30 el avión empieza a moverse... vamos hasta la zona donde las máquinas están quitando la nieve de los planos... y una hora más tarde, despegamos.
El avión aterriza a la 1.50 en Colonia. Un rato después salen nuestras maletas, y nos vamos al autobús, que sale a las 2.30 y nos deja una hora más tarde en el aeropuerto de Düsseldorf. Por suerte, ya hay algo de movimiento, y a las 3.45 empieza a funcionar el servicio de Skytrain, un monorrail que comunica las terminales del aeropuerto, el parking y la estación de tren. Poco después llegamos a la estación de tren. Hay uno a las 4.07... que llegará una hora más tarde a Bochum. Así que pasadas las 5 de la mañana estamos en Bochum, esperando al metro... Y, para rematar la faena, están en obras en la estación, y nos equivocamos de andén...
Total, que llegué a mi casa hacia las 6 de la mañana, reventada de sueño y de llevar a cuestas la maleta, el portatil y la mochila...
Y ahora... unas 12 horas más tarde, creo que me encuentro con algo de fuerzas para acercarme a comprar...

1 comentario:

Rubén Vázquez dijo...

Oh, Dios! Alucinante... Madre mía, y luego se soprende el mundo cuando la gente se compra una metralleta y mata a cincuenta personas en media hora... Yo en un momento así lo haría, desde luego.
Lo de Madrid tiene delito, la nevada no fue para tanto, por favor, es que alucino... Recuerdo cuando en mi pueblo nevaba durante días sin parar, y llegaba a haber varios metros de nieve en el suelo, y joder, los autobuses seguían funcionando, las autovías no se cerraban al tráfico, y todo seguía funcionando perfectamente...